Cuando la imperfección es una técnica · Manuel García

Si escuchamos todos los discos de Manuel García, Pánico (2006) o Témpera (2008) hasta su último trabajo destitulado S/T (2010) nos trasladamos a un universo muy particular, tan íntimo y enraizado, que solo podemos entrar ahí con profundo respeto, como en un templo.

Las letras del chileno García son notables, y no solo desde la métrica y ritmo enlazada con la música (que en general un buen músico sabe como hacerlo) sino también desde la poesía y los recuerdos de infancia, de camino recorrido, de amores posibles e imposibles. Eso no lo puede hacer cualquiera.

Si caemos en la obviedad (constatación) que Manuel es "re"- fan de Silvio Rodriguez y de los Beatles no estamos sino desmereciendo lo otro. Ese sentimiento profundo de hacer música por necesidad, no por la técnica aprendida en sus estudios en guitarra clásica en Santiago de Chile, sino por querer estar "al lado del camino" , al lado de la obviedad.

También es destacable su postura en relación a lo que se llama el "nuevo folcklore chileno" (mas obvio imposible), donde nuevamente aparece un García importando y exportando imagenes, para el que las quiera y el que no. Para el que se expone y el que intíma con él. Finalmente su música es la que prima, no sus "imposturas", es su capacidad de expresar con la complejidad de la música esa necesidad de despojarse de los recuerdos.

Claramente hay algunos recuerdos mas fuertes que otros y García nos trae todo eso en cada producción. Y siempre un poco mas.

Sin mas los invito a disfrutar esta compleja catedral en construcción llamada Manuel García.