Es difícil hablar de un personaje tan completo, comprometido y espíritu libre como José-Manuel Thomas Arthur Chao, también conocido como Manu Chao.
A ver, por parte, un poco de historia para contextualizar. Hijo de padres españoles exiliados nace en Paris, Francia hace 47 años. Allí se rodea del fenómeno político de exiliados y migrantes. Se podría decir que Manu es hijo de la revolución cultural de las calles del París situacionista.
En su juventud conforma 3 grupos de corte alternativo, ya que mezclaban una cantidad de ritmos y etnias que siempre los hizo moverse por los márgenes sociales y físicos de la ciudad. Pero no es hasta Mano Negra que conocen la verdadera explosión de fama y viajes. Fama que los llevaría hasta la inspiración máxima en los mismos pueblos que inspiraron su impronta. América fué deleitada desde múltiples ángulos aparte del músical con el proyecto Cargo 92. La pasión del fútbol, la guerrilla centroamericana, el abandono de los niños en Colombia (adopción de uno en gira), barrios marginales en Brasil, Uruguay (concierto underground en la estación de trenes abandonada incluido), Argentina con su defensa a las madres de plaza de Mayo y muchisimas paradojas que este grupo de músicos casi sociólogos, se encuentran en este continente. Un verdadero happening con tintes Deleuzianos.
Una vez disuelto el grupo por las tensiones de su gira en América, Manu comienza el camino solitario, un camino que lo hace refugiarse el alguna tribu de Mali, o repudiar las políticas Norteamericanas en especial la administración Bush (económica y ecológicamente) o con el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y el subcomandante Marcos incluido o apoyando a algún centro psiquiátrico de Buenos Aires con sus amigos de la Radio Colifatta o simplemente comiendo huevos cocidos en La Piojera en Santiago de Chile.
La política para él está en todos lados, y es responsable y comprometido en la acción para demostrarlo.
El nomadismo se ejemplifica en esto 15 años, con un Manu Chao sin descanso y que lo seguirá moviendo donde el sentimiento de lucha y la revolución esté presente.
La Radiolina es la cuarta placa de este hijo del mundo, y cuenta con la colaboración de Tonino Carotone ("A Cosa"), Mario Caldato Jr.(Producción) y en las imágenes al destacado cineasta Emir Kusturica ("Raning in Paradise)
Este año Manu fué fuertemente investigado y acosado por la policia migratoria mexicana por pronunciarse en contra de los abusos cometidos en el 2006 en contra de la población de San Salvador Atenco, en la cual el saldo fue 2 muertos y 113 campesinos sentenciados a cárcel desde los 75 a los 113 años.
Esto lejos de asustar a nuestro gran Manu, le dá el aliciente para continuar con una lucha que jamás terminará. La dignidad de nuestros pueblos.
Especiales saludos a mis grandes Ñañita y Nico. Este disco es para Uds.